El equipo español vestía con camiseta azul claro y pantalón azul oscuro, según relata Miguel Ángel Lara en su artículo «España-Portugal, el partido que quiso Franco». Es la primera parada del portero español en el Mundial. Tras el final de la Guerra Civil, se decidió que España luciese la camiseta azul marino -color falangista- en lugar del rojo que se asociaba al bando republicano. Este penetró hasta la línea de fondo y pasó hacia atrás para que Isco controlara y batiera a Munir.